Creo que fue aquel, y que me perdone el
viejo malhumorado de Winston Churchill el que dijo que un político
piensa únicamente en la próxima elección mientras que un verdadero
estadista piensa en la próxima generación. Bien, no digo que sea
así, pero de tener razón mi amigo Winston... Estamos algo escasos
de Estadistas. Pero no solo de estadistas, esta tampoco es la
cuestión. Andamos escasos de voluntades fuertes.
Admitámoslo, y lo digo yo que todavía
tengo las fuerzas que derivan de la juventud para poder decirlo: Todo
es fuerza de voluntad. De nunca rendirse. Tenía razón Ortega y
Gasset cuando dijo”Yo soy yo y mis circunstancias” pero en mi
opinión se le olvido añadir:”Yo soy yo y mis circunstancias y
mi voluntad de cambiarlas”. A dónde quiero llegar con todo
este rodeo es a que los estadistas, los políticos de verdad, los
verdaderos ciudadanos que quieren entregar su causa a la sociedad
están ahí. El problema es que o bien se esconden o bien
alguno no permite que su voz se escuche muy alto, no vaya a ser que
alguien les preste atención... Sí algo cabe destacar y en mi
opinión para mal de la política española es que el tradicionalismo
de su estirpe convierte a los partidos en órganos inoperantes,
lentos e irreaccionarios donde todavía más que el clientelismo y el
enchufe; abundan las canas. No estoy diciendo que no se les
debe hacer caso a nuestros mayores. Desde luego que no. Lo que digo
es que se les debe escuchar muy bien, para saber si siguen queriendo
ser estadistas y mirar hacía el futuro o se han convertido en un
verdadero lastre para los que están empezando y dificultan el
funcionamiento de las estructuras sociales más importantes que
tenemos; Los Partidos Políticos.
¿Cuantos políticos de primera línea
tenemos a los que todavía no les han salido canas? La Política
necesita una completa y exhaustiva renovación. Tenemos que empezar a
ser conscientes de que cuando una etapa se acaba hay que cerrarla
para siempre. Cerrarla bien, eso sí; pero para siempre. El caso que
más se ve es el de aquel o aquella que ha agotado dos mandatos y no
ha resultado reelegido para un tercero. Vemos todos los días como
esta clase de personas salen demostrando sus intenciones de regresar
a por el cuarto. Y es justo ahí cuando es debe ponerse en marcha la
maquinaria que pone de verdad en funcionamiento a los partidos
políticos. La vida son chispazos, la política fuego y la gente se
quema muy fácilmente. Quemarse no es algo raro, es algo que hace el
tiempo y que por tanto antes o después nos pasará a todos. Pero
podemos asumirlo de dos maneras: la una es la que quiere seguir
siendo estadista y apoyando, pero en este caso desde la barrera, a
los que han llegado nuevos; La otra es la que oxida la política, la
que la llena de canas y de personajes que aunque en su día tuvieron
buenas intenciones acaban resultando un verdadero obstáculo para el
progreso de la sociedad. Por eso, y esto es lo que considero principal
y urgente: La política no se renovará si no desaparecen las canas
de la escena pública. Ya sé que no tiene porqué ser necesario
esto. Pero tal y como está la política española urge llevar esta
profunda renovación a cabo. Y cuanto antes.
Hay que darle muchas vueltas a la
cazuela, raspar bien los bordes y rehogar con fuerza el fondo; sobre
todo el fondo para que todo quede bien limpio. Porque, y será
causalidad que acaba de pasar el día de los muertos, lo que tenemos
que evitar por encima de todo es que los ya de por sí anticuados Partidos se conviertan en lo que se están convirtiendo:
En un Cementerio de Cadáveres Políticos. Por favor, no se asusten
por la terminología porque me parece que es la adecuada para la lamentable realidad
que nos ocupa. Por eso ha de salir la juventud. Por eso han de
alzarse los que están llamados a ser los nuevos estadistas, o al
menos políticos... de esta nueva época. Porque al menos así, serán
otros. Porque los partidos políticos tienen que recular un poco
antes de decidirse por la continuidad antes que por la renovación.
Ya está, se acabó. Si estrenamos
nueva flota, necesitamos nuevos capitanes y capitanas. Pero si no se
escucha y no se toma en serio a estos nuevos comandantes, y si los
ahora ex-gerentes de la nave no les dejan realizar su labor a gusto.
Nos vemos en el fondo del océano...
No hay comentarios:
Publicar un comentario